Pequeño balance mirando el billete de vuelta.

(Leer mientras se escucha: http://www.youtube.com/watch?v=TwIbXfNksqc)

Hoy he impreso los billetes que me quedan por utilizar.

Y entre ellos está el de ESTOCOLMO-BARCELONA del 29 de septiembre.

Esta aventura empezó por allá 2009. 

Y me llevó a Madrid, a hacer el Erasmus que no hice -mi beca de USA era Sócrates.

A estudiar lo que nunca había estudiado. 

A conocer gente fantástica. Y alguna otra gente que ni la encuadernación final pagar, se dignó.
(Y de ellos aprendimos, too.)
 
Pero volvamos a los billetes que aún no he usado:

La semana que viene me voy a Vilnius, a visitar a mi homólogo Víctor. Y puede que a ir en globo...

Después están los billetes a St. Petersburgo. Eso si la Madre Patria ruskina, y Marx mediante, me da el visado a tiempo.

En agosto iré, primero, a casa: a ver a la familia, a los perros, a la rata... Y, después, a reconciliarme con Barcelona.

Y un poco más tarde vendrán Ámsterdam y Belgrado, para que nada se quede en el tintero.

Jóvenes y hermosos.
Amsterdam, Belgrado y Senegal, respectivamente.

En cifras, estos diez meses se resumen en:

- 45 visitas de amigos, conocidos y saludados. Y algún que otro desconocido.

- 23 aviones cogidos. Y 25 idas al aeropuerto. (Sí. Hablo de mi viaje frustrado a Moscú y a China).

- Unas orejeras sustraídas, sin nocturnidad y alevosía, de H&M.

- 40 lavadoras, entre ellas, las que contenían calzoncillos de visitas. Y mil sábanas y toallas.


- Tres vasos rotos, una fuente hecha pedazos de madrugada y por arte de la gravedad, y un pote quemado -twice. 

- Una tele vendida, y dos equipos de música reubicados geográficamente.
 

"I see dead fellow flowers." -Dead plant.

  

- Cuatro plantas muertas.

- Cinco supervivientes.

- Una cena en restaurante de lujo.

 - Mucho sushi barato.

 - 7 kilos ganados.

  

Hoy estoy contenta, de haberme metido en este "embolaó".