lunes, diciembre 26, 2011

Los americanos y la "caridad"...


Los americanos son los grandes filántropos, los que más donan, los que han elevado a arte esto de la obra benéfica y la caridad hacia el menos "suertudo".

(Recomiendo escuchar este video para reforzar el escrito: http://www.youtube.com/watch?v=I_9aaotk3PU)

Después de lidiar con ellos en diversos ámbitos: profesional, personal, universitario, oficial y oficialista... Puedo afirmar que generosos: poco.

EEUU es un negocio, todo tiene un precio y jamás nada funciona sin previo pago.


Un ejemplo de ello es el "chiringo" que se tienen montado en la embajada:

- Llamada a la embajada: desde 1,15/min. si es desde España. 10€ a cobro revertido desde el extranjero.
- Preparación de los documentos correspondientes: ~ 1.700€
- Sólo por recibirte: 112€
- Tasa para tramitación de trabajo en prácticas: 180€
- Fotos tamaño especial americano: 5€
- Coste del mensajero que te lleva el pasaporte con visa (o no) a casa: 9,38€

Creo que la administración americana en el extranjero, la parte de visados al menos, tiene superávit financiero. (El resto, no lo es seguro, pero eso les pasa por belicosos. Si cayeran mejor no se tendrían que gastar lo que vale una seguridad social en seguridad.)

Así como en la antigua USSR se inventaban puestos de trabajo innecesarios para colocar a todos los ciudadanos. En USA se inventan todas las excusas para que todo el mundo saque tajada. Por ley tienes que dar propina; por ley se necesita un intermediario; por ley te cobramos una tasa; por ley pisar la calle los lunes y los viernes cuesta 2$...

Las palabras favoritas del gobierno federal son: "Fill the form in order to pay the fee."

Así, ganando un dollar en cada estadio de la cotidianeidad, también sería yo filantrópica.


lunes, diciembre 12, 2011

Buscar un techo en New York

Ya tenemos un hogar en Nueva York.

Es curioso como cuando buscas piso ves casas vacías por todas partes y te encantas en escaparates de tiendas de muebles que no te puedes permitir.

Miras ventanas e imaginas quien debe vivir allí.  

Es una obsesión pasajera que he sufrido en diversas ciudades.


Casas de otros: Estocolmo, Barcelona, Nueva York, Madrid...

Ahora toca llenarla de muebles, de tejidos (sin chinches), de olores y de momentos. 


Ir a Ikea sola a comprar una casa casi entera no es placentero, y menos si has trabajado desde las 8h de la mañana y llegas a casa a las 22,30h. El mundo está hecho para ser compartido, óbviamente.


Lo que me lleva a que el piso también lo llenaremos de invitados, porque si en Suecia me cayeron 45 visitas, en Nueva York van a venir el doble.


Aviso: cobraremos tasa Tobin por transacción de huéspedes :P

domingo, diciembre 11, 2011

Cosas que nunca te dije.

Estos días he estado muy estresada, y casi no he hecho nada bien aparte de conseguir el piso. No he hecho la colada, no he escuchado música, no me he depilado las cejas...

Y esto me lleva que hay gente que me rodea a la que no agradezco suficiente que estén allí.

A algunos os sorprenderá, porqué hablo mucho de ellos, pero no mimo suficiente a mi familia. Doy por tan sentado que están allí, que no les cuido. Como las cejas, me olvido que se tienen que vigilar, echarles un ojo diario para que crezcan bien...

Mi madre se desvivió para que todas mis cuentas estuvieran llenas y activas estos días de tanto movimiento. Igual que intenta estar el máximo de tiempo conectada para poder hablar conmigo. Y mi padre, ahora se lee la sección de vino del periódico, cuando antes, hubiera descartado esa sección como si de la de deportes se tratara.


De la misma manera, no le he dicho nunca a mi abuela lo orgullosa, y agradecida, que estoy de que aprendiera a usar el ordenador cuando me fui a vivir a EEUU con tal de poder hablar conmigo. Igual que más tarde lo ha hecho mi tia, Teresa, que cuando me ve, me llama por Skype.

Además de los de casa, hay otras personas a las que tampoco digo suficiente como les quiero, porqué están allí.

Jandri, sin duda, es a quien menos cuido. Amigos desde los cuatro años, a veces no me doy cuenta que siempre tiene la puerta abierta para mí. Y que con paciencia infinita ha vivido a mi lado muchos años.

A Bernie no le he confesado que consigue que la cabeza me vaya más rápido, porque es tan brillante que me tengo que poner a la altura.

Cristina, en Suecia, hizo que mi año allí fuera un paseo por la playa -en un día de invierno, eso sí. Fue gracias a ella que nunca me sentí sola.

Y a Socias no le he dicho como me alegra que nos hayamos reencontrado.

Así que este post es un: siento no hacer bien las cosas.
Os quiero y os echo de menos.

jueves, diciembre 08, 2011

Where, madam? 5 ave, top corner of Central Park, please.


Nadie sabe lo que ha costado. (Aunque hay testigos de mi locura transitoria due to real state).

¡Pero ya tenemos/tengo piso en Nueva York! 

En Manhattan. 
Con vistas a Central Park. 
Y con calefacción -cosa no tan obvia-, lavaplatos, parquet, y los armarios más grandes que he visto nunca: Happiness is that.


Todo empieza el pasado viernes a las 4h de la tarde. Tenía mis dudas, porqué la calle 109 ya es Harlem, pero me comentó Luís -mi muy buen compañero de trabajo- que al ser la 5ª avenida todo cambia.

Efectivamente, a dos calles de mi piso soy la cosa más blanquita, pero en mi calle hasta soy morena. (Estados Unidos y sus guetos... Da para otro post).

Me enseñan el piso. 
Miro por las ventanas, compruebo que funcionan los radiadores, enciendo todos los grifos y luces... 
15 min después: -"I'll take it."

Y ahí empezaron mis problemas, y posiblemente el peor cuadro de estrés de mis 29 primaveras.

Me pedían y no tenía:

- Historia crediticia.
- Mi jefe no estaba y no tenía "carta de empleo".
- Tampoco gano 40 veces más que el coste del piso.
- No tenía cuenta bancaria americana.
- Aún no tengo visado.
- Nunca he pagado impuestos en EEUU, así que no tengo US Tax returns.
- Necesitaba un avalista que ganara 80 veces el precio mensual del piso.
- No tengo un empleador actual (IC3X) que me responda a ningún email.

Sí tengo:

- Número de la Seguridad Social (heredado de mis años mozos por la bonita Tennessee).
- Un documento identificativo con foto (el pasaporte).

Y exactamente los mismos requisitos/documentos para mis dos (2) compañeros.

Del viernes a las 18h hasta el miércoles a las 11h, conseguí todo lo que no tenía.
(Menos la visa. Si consigo eso... ¡Me hago espía!)


Entre lo más destacado del proceso:

- Momento en que me doy cuenta que he dado mal un número de cuenta y que es posible que 3.000$ se vayan a otra cuenta (por suerte di un dígito de más, y no pasó nada).

- Mi llegada al banco corriendo - y transpirando- para intentar parar dicha transferencia. Y ser abroncada por un empleado, pero asistida por los clientes -que se solidarizaron con mi padecer.

- Hacer transferencias y llamadas a bancos a España a las 3h mañana hora americana. 

- Que todo el proceso caiga enmedio de un puente, y que te bloqueen dos -a falta de una- cuentas por movimientos sospechosos en el extranjero. (Suerte de Mama Pi, que lo solucionó).

- Ir a llorar a la Cámara de Comercio para que certifiquen que estoy en proceso de obtención de visa; que me llueva en el camino no llevando paraguas, pero si pantalones de campana hasta el suelo. 
(Debía hacer tan mala pinta, y debía dar tanto miedo -esa semana no estaba yo muy en mis cábales, que me hicieron la susodicha carta.)

- Intentar abrir una cuenta de banco en domingo.
(Cosa posible en la oficina de la parte judía ortodoxa de Williamsburg, ya que cierran el día antes, que es Sabbat.)


- Escoger un banco judío llamándote Esther: es bueno, muy bueno. Y te abre puertas. 
(Desde la broker hasta el cajero todo me comentaron "Esther, such a special name.")

- Conseguir un avalador en menos de 24h. 
(Y que fuera del estado correcto, y ganara 80 veces el valor del piso y... ¡Infinito y más allá!)

- Sacar los depósitos y agotar tres cajeros. Al final usé seis cajeros diferentes en un menos de 15min mientras agarraba el bolso con todo mi cuerpecito. 
(No es que tuviera miedo, pero esto es Nueva York!).

- Ir a firmar el contrato -sin haber dormido- y equivocarme de edificio por cinco manzanas en un día MUY lluvioso.

- Y cuando por fin encontré la oficina correcta: resbalé en la entrada y me caí de morriños al suelo.


Pero ha valido la pena. Casi, sólo, por estas vistas:



La 5a avenida y Central Park se lo merecen. (Y un muy buen precio).