sábado, septiembre 24, 2011

A falta de un domingo...

O sea, a falta del día mañana, hago maletas.

Y es que hoy he comprado dos maletas extras y el derecho a facturar una bicicleta -cortesía de la corona sueca. Para después sacar mis baúles del armario y empezar a tirar cosas: dentro y fuera. Toca limpieza.

Acción que me ha llevado a analizar mi dificultad para desprenderme de objetos. Lo reconozco, sufro el síndrome de Diógenes, pero sólo aplicado a la ropa. 

Que sí, que al final lo que cuenta es lo vivido y no la ropa y los zapatos que llevabas. Pero es lo que hay, debe ser una debilidad de carácter, como tener mala leche o poca paciencia.

Y así, usando la ropa voy a recordar momentos:

- Botas de Primark que imitan a las UGG = La primera vez que anduve sobre el mar, en estado helado.

 - Las gafas vintage de mentira = a mi amiga Carmen, que es su actual propietaria. 
(Btw, a mí me quedaban fatal y a ella le quedan genial: for more info: http://littlebmode.blogspot.com)



- Mis medias del Calzedonia que tanto me han abrigado (o no) = mi primera fiesta en Estocolmo.



- Mi gorro con flor = viajes a Helsinkis avec ruski

  

- El bañador y su único uso del año = mi baño en un lago báltico y a la magnífica tarde con Javi, Bea, Aitor, Scarlet, Alberto y Gerardo bebiendo vino.


- Vestido de flores de Me&Jake: mi viaje a Milán que creó la amistad con Laura, Leticia, Álvaro y Lídia.



- Las orejeras que me protegieron del frío sueco = Mi amigo Marc Martines, al que según Álvaro quiero más por ser catalán... (¡Que no, que como buena madre os quiero a los dos por igual).



Mi abrigo del Desigual = la visita eterna, pero bonita de Brian.


Y por último:

Mis gafas rojas, que no me las llevo, ya que han muerto en acto de servicio = me recuerdan a la visita de mis padres, mi hermana y mi abuela.


Y es que la ropa, y su acumulación, puede ser también una puerta al recuerdo.

miércoles, septiembre 21, 2011

Mis mejores fotos de Estocolmo

Por la luz, por los colores, por la localización o porque salen felices los de casa... Estas son mis mejores fotos de Estocolmo.














martes, septiembre 20, 2011

Cuenta atrás.


Y al escribir el título me viene a la cabeza The final countdown -cuanto mal ha hecho la cultura pop...

Voy a empezar con polémica: me quiero ir ya de Suecia.


Informes finales, evaluaciones, no pagar más piso, cerrar cuentas, dar de baja...

No voy a mentir: estoy lista para encontrar un piso nuevo, para decir adiós a Caixanova -igualmente a los 30 ya me empezaban a cobrar por todo- y para tener un curro en el que trabaje...

Este ha sido un gran año, sí.

Me vuelvo con una bici (amarilla), un gorro de visón, un conocimiento ingente de la devaluación de la divisa y con la capacidad de discernir un reno de un alce en milésimas de segundo.

Todo muy útil, especialmente el gorro. Seguro que a 8ºC en Barcelona, el gorriño me va a ser de gran utilidad. Igual que lo de reconocer alces a millas; aunque nunca se sabe, si el hambre aprieta....

El mencionado gorro.
A ver, cosas buenas de este año:

- He vuelto a escribir.

- Ahora aprecio aún más una copa de Hendricks.

- Mi intuición que H&M no era para mí, se ha visto confirmada.

- He albirado un futuro como psicóloga/consultora laboral.


Cosas malas de este año:

- He contemplado la pobreza de cerca: la mía.

- He visto la muerte de cerca: de nuevo, la mía (por congelación).

- Valoro la amistad de verdad. Y me dan pereza los saludados y conocidos.

- He catado eso que se llama "la Administración Española en el exterior." Y he flipado.


Este ha sido un gran año, y para poder rememorarlo como tal: quiero volver ya.
Para así extrañarlo, y esas cosas cursis que tiene el recuerdo.

jueves, septiembre 08, 2011

Suecia y los renos borrachos

A nadie pillará por sorpresa la afirmación que los europeos del norte tienen un problema con la bebida.

Mi temor más real (porque ya me ha pasado) es que me caiga encima una yegua sueca ebria. O que un suequito intoxicado exprese sus sentimientos más profundos sobre mis zapatos -que ese día seran los buenos, de dos que tengo, pero seguro que si me vomitan encima, será sobre los Dior y no de los del Bershka.

A falta de tres semanas para irme, y después de haber estado en contacto con todas las nacionalidades nórdicas, puedo asegurar que la peor parte se la llevan los finlandeses.

Pero vamos a imaginar "una fiesta tipo" donde acuden todos los vikingos... Aquí el análisis del comportamiento de cada norteño:

No tengo dudas. Este alce tiene pasaporte noruego.
- Noruego ultra colocado, pero feliz.
Sabe que el estado del bienestar le protege. Eso le hace ser un alegre inconsciente. Si dentro de 15 años necesita un nuevo hígado... El papá estado se lo pagará. Tack petrodólares.


- Sueca decadente tirada en una esquina llorando y/o riendo sola.
Posiblemente su look es el siguiente: rubia con ubres casi visibles, medias rotas, tacones de 15cm (que la elevan a 1'90cm) y piel de un "sano" color naranja Valentino que le confiere una imagen entre muy Miami y muy Bada Bing (véase, Los Sopranos).

Ha llegado con amigas, que la han abandonado, y lleva tal curda que no es capaz de encontrar la salida. Y menos aún, coger un taxi.
Se dirá a si misma que no volverá a beber. Le doy dos días de arrepentimiento; después, volverá a las andadas -con las mismas amigas.


- Islandesa contentísima de tendencia abrazadora.

Si no sabes relacionarte con humanos...
Siempre te quedará un atractivo alce.
Mi experiencia con esta raza isleña es que beben sin moderación, pero sin malos rollos. Son gente fiada y de la que fiarse.
En Islandia son cuatro renos y algún tiburón podrido. En sus cárceles sólo hay cuatro reclusos, todos por delito fiscal. Como mucho, en una noche de borrachera, se jugaran el PIB del país en la bolsa o en derivados de alfalfa para sus ovejas.


- Finlandés con pinta sucio bebiendo solo.
Si ves a un individuo solitario en una fiesta, sin rastro de gomina y aparentemente muy poco feliz: es finlandés. También le podrás reconocer porque seguirá bebiendo sin compañía hasta a las 10h de la mañana. Su intención beoda era conseguir ser más extrovertido gracias al alcohol: fracasó.


- Daneses bebiendo como medio personitas.
La gran diferencia entre Dinamarca y el resto de escandinavos es que ellos SÍ son europeos. Los demás son vikingos que se hacen llamar europeos, pero no. Necesitan un barco para llegar a Europa, y ya se sabe como son los marinos...
Los daneses beben desde los 16 años y no tienen monopolio estatal de alcohol. Resultado: beben sí, y mucho, pero su grado de alcoholismo es inferior al de sus vecinos.

Y una última recomendación sobre el tema. Si tienes la suerte -o la desgracia- de vivir en un país con monopolio estatal de alcohol y precios desorbitados en la bebida, ya puedes apuntarte este consejo.

Compra alcohol y nata montada antes de las 19h. Invita amigos a tu casa. Abre la boca e ingiere nata en espray. Bebe alcohol. Ingiere un poco más de nata. Sal de casa.

A las dos horas llevarás un pelotazo de aúpa.

Btw, no lo he puesto en práctica. Yo bebo en moderación, o lo que es lo mismo: una cerveza por cada cinco de un sueco medio.



martes, septiembre 06, 2011

¿Rudolph se va al paro?

Hoy quería hacer una entrada titulada: ¿Por qué los suecos no dominan el mundo? Con el subtítulo: ¿Y por qué sus empresas se van a pagar impuestos a otros países?

Pero siendo realista, esto ya me da igual. Me preocupa la vuelta. 

Algo que podría titular casi sin temor a errar: Rudolph se va al paro.

Y es que así es, después de un licenciatura con buenas notas, experiencia laboral y académica en el extranjero, un máster para los "elegidos" y seis (6) añazos de experiencia y un excelente inglés (en palabras consejeriles, no mías), me toca ir a España.

O sea, al paro más absoluto.

Creo que a fecha de hoy ronda el 22% de la población activa. O sea, que en números realistas, uno de cada cuatro españoles no trabaja legalmente.

Algunos de vosotros sabéis que trabajé en política, y que yo me lo creía. Era uno de esos incautos animalicos que decía "Esto se puede y se tiene que cambiar desde dentro."

Pero ya no.

¿Por qué ya no me lo creo? Pues porqué conozco gente que ahora está en política -dentro- que dice cosas como: 

- "Vas a encontrar trabajo, que no eres cajera del Mercadona.
Es decir, estoy altamente formada. El paro sólo afecta a los NO cualificados. Quien, by the way, tienen el mismo derecho que los otros de llevar un plato a la mesa.

- "Es que sois demasiado ambiciosos."

Por si lo desconocen los lectores del blog, Rudolph está "aplicando" a puestos como PRESIDENTE del General Electrics y/o CONSEJERO DELEGADO de Rotchild Private Banking.

A los 24 años movía un presupuesto de casi dos millones de euros, y sin errar. Y ahora a los 28 años, con un master, japonés y cuatro años más de experiencia, mando CV a trabajos para los que pagan 18.000€ BRUTOS al año.

¿Qué broma es esa de demasiada ambición?

Siendo muy sincera, ya no creo en los políticos. ¿Por qué? Porque cuando ya estás colocado, el resto de mortales te dejan de importar.

Ya no creo en cambiar el mundo. Me he hecho fan de Thomas S. Kuhn, y ya sólo espero que todo se hunda y esto avance por revolución. Porque está claro que por conocimiento acumulado, no va a ser.

O al menos, no en el acumulado por los que cobran seguro a fin de mes gracias a los impuestos (1.200€ en mi caso este año) del resto.