Si eres un ser pensante que vives en el Upper East Side, pero tienes un presupuesto ajustado, irás a Harlem a hacer la compra, que seguro que es más barato.
En cambio, si eres un Rudolph indómito que casi-casi vives en Harlem, te da por hacer la compra en el Upper East. Ahí, donde pasturan Donald Trump o Lauren Bacall.
Y es que irse de shopping por Harlem sería lo eficiente monetariamente, lo que hace la gente con neuronas funcionales. Pero las mías, se ve: andan de paseo.
Ayer, en un intento desesperado de encontrar queso decente (lo que no haga yo por sharp cheddar) fui a comprar entre Madison y Park Avenue. Allí, con gente que adquiere sin remordimientos té de 30$ o pesto a 45$...
Y es que en Nueva York todo está programado para que compres.
Ejemplo de ello es que a mí no me gustan nada las verduras, pero en Dean & Deluca... ¡Me tentó una rúcula!
Al final, fui sensata y sólo compré tres quesos, mi té favorito de Maison frerés y jabón de Meyers -que huele mejor que dos días en la Provenza.
EL CULPABLE |
Por suerte para mi bolsillo.
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