miércoles, agosto 17, 2011

Ni sufro ni padezco, pero tampoco lo contrario.

Acabo de volver de Barcelona y...
Es duro.

Billetes, retrasos, divisas, pasaportes...

¿Tendrá sentido la vida sin viajar compulsivamente? ¿O volver a casa -en todas las acepciones de la palabra- es el objetivo de perderse antes?

Noia decadent. Ramon Casas.

Estoy agotada.

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