martes, noviembre 02, 2010

No pensar mucho en el país de Bergman

Hay días en que todo sale mal.

Por la mañana te levantas tarde y de mal humor: no es lunes pero huele igual de mal. 

Miau: I hate Mondays
Te pones lo primero que encuentras, en este caso unas botas ruidosas, y bajas corriendo a la calle. Se te escapa el bus enfrente de tus narices porque resbalas gracias a tu escandaloso calzado. Y se pone a llover cuando decides sentarte en el banco a esperar al siguiente en lugar de subir a casa.

Por la tarde tienes que recoger un paquete en Correos (regalo con cariño de tu familia) y vas a tu oficina postal habitual y resulta que el paquete está en otra, más lejana. A sólo unos 20 minutos andando...

Después de cargar con una caja de 15kg a 1ºC piensas: "Iré a clase de esgrima a olvidarme de este día". Pero a la media hora te manda un sms el instructor diciendo que no hay clase: está retenido en el aeropuerto de París gracias al amor de los franceses por las huelgas.

Y vuelves a tu hogar y te das cuenta que lo dejar esta mañana la ventana abierta para ventilar ha sido una mala idea.

La cocina desprende un sospechoso olor gatuno. Y hay un fuet (tu último fuet) en el suelo...

Así de pancho estaba el tio.
Y cuando piensas que nada puede ser peor qué que una troupe felina se haya instalado en la cocina en tu ausencia...

La Agencia Tributaria te manda un sms (muy modernos ellos) recordándote que el día 5 se cobrarán el resto de tu declaración positiva -para ellos claro- justo en un momento en que vas tan mal de pasta que contemplas la posibilidad de comerte uno de esos gatos...

A la pepitoria, al ajillo, al horno...

Creo que me pondré una peli de Allen, porque en la tierra de Bergman cuando todo te sale mal, lo mejor es recurrir a Woody.

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