Supongo que una de las razones por las que viajamos es para cambiarnos a nosotros mismos. No eres la misma persona en tu ciudad de origen que en tu país de adopción. En parte, te fabricas otra personalidad.
En Suecia soy otra, otra muy poco Rudolph...
Vivir en Estocolmo ha provocado los siguientes cambios en mi persona.
Los más inconcebibles hace unos meses son los siguientes:
Los más inconcebibles hace unos meses son los siguientes:
- Y no voy de rebajas.
- Lavo cosas que nunca me había planteado que se lavaran: cortinas, fundas de cojín, cubre colchones.
- Hago remiendos. Hasta me atrevería a decir que customizo ropita, abrigos y zapatos.
(Afición altamente preocupante. Cuando compro rosas, me visualizo a lo Annette Benning en American Beauty. Y me cae todo el peso del vacío consumista encima.)
Me dedico a labores tan constructivas intelectualmente como forrar lámparas y cuadros.
Una tela de Ikea, cinta adhesiva por las dos caras, y horas de diversión manual -cuando fuera cae un metro de nieve.
Cocino cosas comestibles: pollo a la cerveza, estofado de reno ternera, pastel de chocolate (muy celebrado por mis compañeros de oficina), etc.
Y "robo" cosas...
Sé que esta afirmación provocara sorpresas entre la audiencia. Pero adentrémonos en el tema para no auto-difamarme.
- Internet
A los pocos días de llegar, mirando por mi piso, descubrí unos cables dentro de una bolsa en el ventanal de mi piso. Uno de esos cables parecía de Internet. Lo enchufé... y voilá: funciona.
![]() |
Le cable magique! |
(Mi compi femenina asegura que ella gasta más porque sí paga la conexión a Internet...
La envidia es muy mala.)
- Buses al aeropuerto
No era mi intención estafar a Flygbussarna. Pero tampoco es culpa mía si son unos empanados y no dan de baja un abono de 10 viajes.
Mi compañero viajero, y menos suertudo Alberto, está financiado una carrera en Harvard al hijo del propietario de la empresa.
Mi compañero viajero, y menos suertudo Alberto, está financiado una carrera en Harvard al hijo del propietario de la empresa.
- Cruceros turísticos

Entramos dentro: ningún empleado del crucero a la vista.
Nos acomodamos y abren el buffet libre: comemos.
Esperamos que alguien venga a cobrarnos la comida: nadie.
Tres horas después volvemos a puerto y suponemos que pagaremos al salir, hasta sacamos la cartera. Pero sólo nos dicen adiós y agradecen la visita.
Como dijo Miqui: "No, no. Gracias a usted."
Desconocemos si el resto del pasaje pagó.
Como dijo Miqui: "No, no. Gracias a usted."
Desconocemos si el resto del pasaje pagó.
Pero peor es la suplantación de identidad. Quien se sienta aludido, que recuerde que eso sí es delito :P