1) Turquía no entrará en la UE.
Crecen económicamente, están europeizados, Ataturk lo hizo muy bien, pero no van a entrar.
Un país donde un pides un té, pero te traen un café; una persona te sirve, otra te lleva la cuenta, otra te cobra y acaba viniendo un último para devolverte el cambio en euros (e intentar timarte)... No va entrar en la Unión Europea.
El tipejo que intentó estafarme con la vuelta me dijo que me lo devolvía mal porque eso no era Europa, y me salió un grito muy indignada: And you will never be. And it's also ilegal to steal in Turquey...
2) Ya no tengo edad para ir a hostels
Y compartir habitación con toda la troupe masculina de Ankara y Arabia.
3) En Turquía hace un frío húmedo que hace que aprecies el clima de la capital sueca donde Dios (véase Silver Fox) te mandó.
Stockholm rocks.
4) El orujo serbio es muy peligroso.
Y Alday divertidísimo.
Información a la población CECO: Alday Beato hace muy buena cara, y se le ve feliz.
5) Tengo un tono de voz muy duro.
O soy muy dura, en general. (No es culpa mía, me han dibujado así ;)
6) Estocolmo ya es mi hogar.
Me hizo una ilusión tremenda llegar a mi pisito, al olor a colonias y suavizante de mi habitación, comprobar que no ha habido intrusos gatunos...
Pero lo más triste, me alegré de llegar al frío seco de la ciudad de las islas!!
¿A quién en su sano juicio le hace ilusión eso?
Pues a Rudolph Pinyol, obviamente.
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