sábado, abril 30, 2011

No me indigno por mí. Me indigno por los que vendrán.

A veces escribir un blog puede ser peligroso: muestras parte de tu vida, tecleas tus pensamientos, expresas hasta tu humor (que es algo muy privado, depende de cómo se mire).

Pero otras veces es reconfortante y alentador. Sientes que lo has hecho bien. Ni que sea por poner en blanco sobre negro lo que otros también piensan.  
   
En mi última entrada he recibido el siguiente comentario, que me gustaría compartir con el permiso de la autora:

"Hola: te escribo desde Colombia. A raíz de que una hija mía graduada en Ciencia Política accedió a una beca para adelantar maestría en Taiwán y estudiar chino desde mediados de 2010, de casualidad me encontré con los blogs de becarios españoles y dada la situación anotada, me interesé por leer sobre la forma en que la juventud profesional en cualquier lugar del planeta enfrenta el reto de conseguir su inserción en la sociedad y después de leer tus últimas reflexiones, no me cabe duda que sin importar dónde estén los jóvenes, todos sienten la misma angustia, pues los países han sido tomados por "verdaderos piratas" que han arrasado con las economías para el disfrute faraónico de unos pocos. Para mi la situación de España es familiar pues te cuento que detesto ver los noticieros colombianos y sólo veo CNN ó TVE, así que cuando hablas de Esperanza Aguirre se que es como cualquier vulgar especulador de estas latitudes (me desagrada su risa cínica) o cuando veo la triste situación de las hipotecas impagables o los bancos abusadores con complacencia de los gobiernos, es igual a lo que sucede acá en Colombia. La opción de la beca de mi hija en Taiwán era como su única perspectiva, porque la situación laboral de los jóvenes en Colombia no tiene horizonte, igual que en España y en el resto del mundo: contratos basura, empleos de pocos meses, jornadas de trabajo que rayan en la esclavitud, sueldos groseros, profesionales preparadísimos, trilingües, sin posibilidad de armar proyectos de vida propios. El panorama familiar es de hogares dispersos por el mundo, cada uno tratando de sobrevivir de la mejor manera y esto lo confirmo mucho más cuando veo el programa de "españoles por el mundo". Aprecio que algunos alcanzan un nivel digno, pero la mayoría me parece que apenas sobreviven, no veo que puedan comprarse una vivienda, un auto o la totalidad de los enseres de una casa. Mis hijas profesionales ven a través de facebook cómo sus compañeros de colegio y universidad cada día emigran de Colombia por montón a países que les ofrezcan un futuro con algo de dignidad a costa de cortar vínculos familiares. Ojalá los jóvenes profesionales e inteligentes de todo el mundo pudieran unirse para crear alguna entidad fuerte que hiciera temblar las paquidérmicas instituciones que han llevado al mundo a este desastre que se ganaron sin comprar la lotería. Pensar que los ladrones de las sociedades actuales utilizan su riqueza para lucirla descaradamente ante los millones de seres que han perdido el trabajo que proveía el mínimo decente para subsistir, sus viviendas de áreas básicas y cosas sagradas como acceder a los alimentos absolutamente necesarios para subsistir.
Bueno, como ves el mal es generalizado y las soluciones ojalá vinieran de los jóvenes inteligentes que no temen asumir retos valientes que para personas como yo habrían sido impensables, como irme a vivir a un país con idioma extraño, climas extremos y comidas sorpresa.

Saludos,
C.O."

Los que me conocen saben que mi amor por la política -totalmente incomprendido por la gran masa- viene de querer cambiar el mundo. Y no por mí, sino por los que no pueden. Pero sobre todo, por los que vendrán.

Así que seguiré indignándome no por mí, sino por los demás.

2 comentarios:

  1. Hola Rudolph in reno's:
    Te agradezco la referencia que hiciste a mi comentario, el cual sólo obedeció a la alegría de comprobar que hay jóvenes al otro lado del mundo que están alertas ante la degradación en que están cayendo las sociedades, con el silencio pusilánime y cómplice de la mayoría de los afectados. Ojalá alrededor del planeta existan muchos jóvenes como tú, preocupados por no dejarse arrastrar en estas extrañas políticas que sólo degradan a los seres humanos. No me cabe duda que para llegar a este calamitoso estado, la televisión ha contribuido eficazmente a la inercia de las gentes, cuyos cerebros han sido copados con estúpidos realitys, novelas y noticias prefabricadas. Cuánta falta hace la lectura y la genuina preocupación por el entorno que nos rodea. Ojalá tu y muchos profesionales jóvenes que pertenecen a una generación inteligente, puedan empezar a preparar un cambio positivo, más ahora que tienen a la mano esta maravillosa herramienta del computador, el internet, los idiomas y la valentía de enfrentarse a cualquier cultura.
    Con sentimientos de admiración,
    Carmen Ortega

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  2. Carmen,

    Me alegró muchísimo tu comentario, por lo bien elegido de las palabras que tan bien evocan lo que sientes, y sentimos todos los que no damos cuenta de la situación actual.

    Por eso me gustó dedicarles un post, porque merecían un sitio más abierto que el de los comentarios.

    Desde de aquí te envio mi admiración por hacer lo que los padres más deben hacer: enseñar a sus hijos a pensar y a ser valientes, sin dejarles nunca de acompañar en ese camino.

    Un abrazo muy fuerte!

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